Por Ingrid León
El feminismo es el gran movimiento político y social de los años 60's pero en los últimos años, ha cobrado gran relevancia en diversos ámbitos, como la cultura, la política, la economía y la educación. Sin embargo, también ha sido objeto de apropiación y mercantilización por parte de algunos medios de comunicación y empresas que lo utilizan como una estrategia de marketing o una forma de explotación. Un ejemplo de esto es el fenómeno de las páginas web donde mujeres jóvenes venden fotos y videos con contenido sexual a cambio de dinero. Estas mujeres, influenciadas por las redes sociales y la presión social, creen que así logran su independencia financiera y su empoderamiento, pero en realidad se someten a una "lógica patriarcal" que las cosifica, las denigra y las sexualiza.
La relación entre el patriarcado y la sexualización de las personas es compleja y no tiene una respuesta única. Por un lado, el patriarcado impone normas y expectativas sobre cómo deben ser y comportarse las mujeres y los hombres en función de su sexo. Por otro lado, existe una demanda y una oferta de contenido para adultos que genera ingresos para quienes lo producen y lo consumen. Según algunas estimaciones, solo en México hay cerca de 10.000 creadores de contenido para adultos en OnlyFans, de los cuales el 75% son mujeres y el 25% son hombres. Por lo tanto, no se puede responsabilizar al patriarcado de todo ni asumir que las mujeres son siempre víctimas.
Algunas personas podrían preguntarse qué problema hay con mostrar desnudos a cierto público, si durante siglos se ha admirado la belleza física y sexual femenina en el arte. Por ejemplo, Julieta Lonigro, reina de belleza en Guaymallén, afirmó: "La cosificación está en el que juzga eso en la mirada". Hay algo de verdad en esta afirmación, ya que a veces la sexualización depende de la perspectiva de quien observa cierta acción. Por ejemplo, una mujer que amamanta en público no debería generar morbo ni incomodidad en las demás personas. ¿Qué hay de malo en que una mujer alimente a su bebé? Sin embargo, hay otros casos en los que sí hay una clara intención de cosificar a las mujeres, como las meseras de los Hotters, que usan su cuerpo como reclamo para atraer clientes.
El problema surge cuando se reduce a la mujer a sus atributos físicos, como sus senos y glúteos, y se presume que no tiene nada más que ofrecer porque la sociedad ha enseñado que la belleza y la inteligencia femeninas son incompatibles, porque claro "Dios no premia dos veces"; eso, es lo que en esencia perpetua el activismo de genero, inconscientemente las mujeres propagan ese discurso, ese falso discurso de empoderamiento, ¿Solo eres empoderada si vendes fotos de tu cuerpo?
La pornografía y las páginas de contenido para adultos son formas de expresión y entretenimiento que pueden ser disfrutadas por personas adultas y responsables, siempre y cuando no vulneren los derechos ni la dignidad de nadie. Sin embargo, es importante reconocer que muchas veces estas formas de expresión reproducen y refuerzan estereotipos y roles de género que cosifican a la mujer y la presentan como un objeto al servicio del placer masculino. Por ejemplo, cuando vemos imágenes que muestran a mujeres con cuerpos irreales, hipersexualizados y sometidos a la mirada masculina, estamos reforzando una forma de discriminación que limita las posibilidades y las aspiraciones de las mujeres en la sociedad. Esta cosificación no solo afecta a la imagen y la autoestima de las mujeres, sino que también contribuye a perpetuar una cultura patriarcal que legitima la violencia, la discriminación y la desigualdad de género. Por eso, no debemos normalizar ni empoderar esta cosificación, sino cuestionarla y denunciarla cuando sea necesario. No se trata de ser puritanos ni de odiar a quienes consumen o producen este tipo de contenidos, sino de ser críticos y conscientes de los efectos que tienen en nuestra sociedad y en nuestra forma de relacionarnos. Como dice Gemma Sáez (2012): "La cosificación sexual es la reducción de una mujer en su cuerpo o partes de éste con la percepción errónea de que su cuerpo o partes del mismo pueden representarla en su totalidad" .
Excelente opinión, recomiendo para ampliar este tema hacer mención de estas 2 caras que se dan en cuando el exhibicionismo femenino actual, de cómo se es satanisada la indistria pornografia y sin embargo el contenido de prepago a chicas por contenido sexual va a la alza, como es ampliamente defendido, de igual forma la dicotomía que hay al momento de que los defensores de las prácticas de vender fotografías de desnudos, a su vez condenan a quienes las consumen.
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