Políticas económicas: Las promesas rotas del neoliberalismo

Por Ingrid León 

Me siento muy contenta de compartir un ensayo académico que presenté hace unos días; espero les guste y me encantaría leer sus opiniones. 

INTRODUCCIÓN

“El neoliberalismo impuso un modelo que supuestamente sería más eficiente y crearía bienestar para todos, la marea subiría y con ella subirían todos los barcos: los grandes, los medianos, los pequeños y aún las pequeñas balsas… pero ¡Ay que traidora palabra esa “pero” la vuelta en U de las buenas intenciones! pero en realidad el neoliberalismo solo redujo un poco la pobreza al tiempo que concentraba la riqueza de una forma jamás vista en la historia moderna; es así que hoy en México seiscientos cincuenta y cinco ricos detentan más riqueza que el noventa por ciento del resto de la población”  (Sabina Berman, 2022)

Durante la actual administración la palabra “neoliberalismo” a sido satanizada y utilizada en diversos discursos políticos para calificar prácticamente todo lo negativo de la economía y es tan mala que según estos dirigentes le debemos prácticamente nuestras desgracias a este sistema. Según el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el neoliberalismo ha tenido un impacto negativo en la sociedad mexicana, al punto de provocar un aumento en el número de divorcios. El mandatario sostiene que esta ideología económica ha fracturado a las familias, generando conflictos y desunión entre sus miembros.

Pero ¿Esto es cierto? Recordemos que el neoliberalismo es, como su nombre lo indica un “nuevo liberalismo” el cual aspiraba a: Los derechos individuales, el libre mercado, la reducción del Estado a su mínima intervención, etc. Por consecuencia, si tenemos un gobierno que no apoya a la gente y que deja que el mercado se regule solo entonces en lugar de tener derechos laborales se generará desigualdad económica y por lo tanto problemas financieros entre familias y esto deriva en divorcios ya que los problemas económicos, que pueden ser causados por el desempleo, la falta de ingresos suficientes, el endeudamiento, el mal manejo del dinero o las diferencias en el nivel de gasto, son una de las principales causas de divorcio en México.

Y del otro extremo escuchamos a la Derecha conservadora y neoliberal la cual asegura que esta administración se a encargado mediante sus discursos moralistas polarizar al país pero lo que observamos es que gran parte de la polarización del país existe básicamente gracias a las desigualdades económicas la cual se dio, se aceleró y se precipitó justamente en la era neoliberal con las lógicas del libre mercado lo demás son narrativas instaladas en los medios, ”polariza porque habla de fifís y de privilegios” realmente al afirmar esto lo que se intenta visibilizar es a una prensa oligárquica, es una prensa que le sirve a un sector extremadamente poderoso y reducido o se ha preguntado alguna vez ¿Por qué no hay un solo periódico en México que sea propiedad de sindicatos?

Si bien en este ensayo se procurará ser lo mas objetivo posible no se podrá negar que tendrá matices de izquierda porque, a opinión propia, todos los textos tienen matices ideológicos y este seguramente no será la excepción. Continuemos.

1.    Definición e historia.

Primeramente, me gustaría aclarar ¿qué es realmente el neoliberalismo? El muy nombrado neoliberalismo es una teoría económica y política que se basa, como se mencionó anteriormente, en la defensa del libre mercado, la propiedad privada y la reducción de la intervención estatal. Esta teoría surge como una reacción al Estado de bienestar y a las crisis económicas del siglo XX, y se inspira en las ideas del liberalismo clásico. Pues a partir de los años ochenta apareció una nueva doctrina en el pensamiento económico occidental que consideraba al Estado y a sus intervenciones como un obstáculo para el desarrollo económico y social de las poblaciones. La extensión y difusión de este pensamiento fue facilitado por las selecciones de opciones conservadoras y liberales en la mayoría de países de la OCDE y muy en particular en EE. UU (Con la elección del partido conservador liderado por Margaret Thatcher) convirtiéndose en el pensamiento dominante en los centros políticos y económicos nacionales e internacionales.

Mientras que, en México, el neoliberalismo se inició en la década de 1980, con el gobierno de Miguel de la Madrid, quien aplicó medidas de ajuste estructural para enfrentar la crisis de la deuda externa. Estas medidas incluyeron la apertura comercial, la desregulación, la eliminación de subsidios, el control de la inflación y la venta de empresas estatales. El neoliberalismo se profundizó en los gobiernos posteriores, especialmente en el de Carlos Salinas de Gortari, quien firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá.

1.    El neoliberalismo en los países centrales.

Sé de antemano que el experimento neoliberal no se expresa igual en el polo desarrollado del sistema que en el caso mexicano, pero también se pueden encontrar peculiaridades en cada uno de los países centrales (me refiero más específicamente a Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra, etc.). Sin embargo, existen algunos rasgos básicos que son compartidos, tales como:

  • a) El aumento de la tasa de plusvalía (relación entre los ingresos del capital y el ingreso de los asalariados productivos) y una distribución del ingreso más regresiva.
  • b)    Dominio del capital financiero y subordinación del capital industrial.
  • c)    Liberación de flujos comerciales y de capital: la llamada “globalización neoliberal”.
  • d)    Tendencias a un menor crecimiento y a una mayor inestabilidad.

DESARROLLO

Como ya hice mención, el neoliberalismo tiene tres grandes áreas:

  • 1.    Una apertura para el comercio.
  • 2.    Una apertura para los capitales, es decir, que entre la inversión extranjera directa.
  • 3.    Medidas de austeridad, medidas de estado pequeño, privatización.

La idea era que el conjunto de estas tres acciones iba a hacer que los países crecieran y eventualmente crear muchos ricos, pero esos ricos iban a crear clase media para luego reducir la pobreza por medio de la generación de empleos y por medio de sus inversiones, pero esto como podemos ser testigos hoy en día, no pasó.

¿Por qué no pasó? Esto no ocurrió porque las medidas del neoliberalismo estaban equivocadas y tenían presunciones que resultaron ser falsas, un ejemplo de esto es “la apertura de la economía” esto no es suficiente porque lo que causa es la llegada de nuevas empresas, pero si estas empresas solamente derrumban el ecosistema empresarial local y no se conectan con estos pues simplemente lo que se hace es transferir la riqueza hacia el extranjero.

Grandes empresarios se volvieron distribuidores de los chinos, no podían competir con los precios de China y de otras latitudes, con esto me refiero a que en México hubo un derrumbe del mundo industrial y esto no solo ocurrió en la manufactura sino también en la agricultura; nosotros debimos preparar a nuestros agricultores para que se volvieran productivos y tuvieran el acceso a la tecnología necesaria para poder competir en los mercados internacionales.

Interesantemente en un inicio, cuando se estaba discutiendo, por ejemplo, el NAFTA, la cual fue una de estas políticas de apertura; Estados Unidos tenía miedo de México ya que si se habría la frontera este no podría competir contra la agricultura mexicana porque la agricultura mexicana se haría mas barata, esto tampoco sucedió porque simplemente no se invirtió lo suficiente en el campo, no se volvió productivo y tampoco se le dio las herramientas necesarias para competir. Entonces no se trata de solamente abrir al mercado al comercio exterior, se trata de darle a los empresarios locales las herramientas necesarias.  

El neoliberalismo argumentaba que al aceptar el comercio internacional se iba a generar mucha competencia dentro de México, pero eso no lo vimos porque hubo una protección a un grupo empresarial de elite cercano al poder que no fue sujeto a las normas de competencia.

No se crea mayor competencia económica porque el gran problema es que con las privatizaciones no se crea un ecosistema empresarial en donde haya varios empresarios compitiendo entre sí, sino que simplemente hay una persona que va a detentar el negocio de las minas, una persona que va a retener el negocio de las telecomunicaciones y así sucesivamente; se puede rastrear casi todas las industrias a un apellido o a un par de apellidos desde hace décadas sin embargo, el modelo neoliberal que se estudiaba teóricamente prohibía todo esto y por eso reafirmo que este modelo estaba por una parte equivocado y por el otro era hipócrita al decir que se iba a generar una competencia cuando en realidad se monopolizó el poder económico.

Y todos los monopolios fueron premeditados con una justificación interesante “al vender de manera monopólica iban a poder tener mejor precio, es decir, los empresarios que los compraran les darían mas dinero” y a lo mejor sí, yo creo que tenían un punto, pero lo que se debió hacer era que el monopolio que se vendía caro no se tendría que mantener como monopolio a través del tiempo, se debía regular.

La empresa de telefonía, por ejemplo, tuvo sobre precios que se clasificaban entre los mas altos del mundo hasta prácticamente 2005; entonces se les dieron en ocasiones mas tiempo para acumular esta tremenda riqueza, lo que convirtió a México en el paraíso de los ultrarricos, México es el onceavo país del mundo con más ultrarricos y no en cantidad sino en dinero.

1.    Globalización y PIB

La globalización es un fenómeno que consiste en la integración a gran escala del comercio mundial y los mercados financieros, así como de otros aspectos económicos, tecnológicos, políticos, culturales y sociales. México ha sido uno de los países que ha participado activamente en este proceso, especialmente desde la década de los 80 del siglo pasado, cuando adoptó el modelo económico neoliberal.

La política neoliberal se aplicó en México como respuesta a la crisis de 1982, que provocó una devaluación del peso, una caída del PIB y un aumento de la deuda externa.

Desde entonces, México ha firmado varios tratados de libre comercio con otros países y regiones, como el GATT, el TLCAN y la Unión Europea. También se ha integrado en organismos internacionales como la OCDE, el FMI y el BM. Estas acciones han tenido como objetivo aumentar la competitividad, el crecimiento económico y la inserción de México en el mercado global.

Sin embargo, los resultados de la globalización neoliberal en México han sido cuestionados por sus efectos sociales y territoriales. Por un lado, se ha incrementado la industrialización del país, sobre todo en sectores como el automotriz, el electrónico y el maquilador. También se ha diversificado la estructura productiva y se ha ampliado el mercado interno. El PIB per cápita ha crecido un 23% entre 1990 y 2018, según datos del Banco Mundial.

Por otro lado, se ha profundizado la desigualdad entre las regiones, los sectores y los grupos sociales. La pobreza afecta al 41.9% de la población, según datos del CONEVAL para 2018. La distribución del ingreso es una de las más inequitativas del mundo, con un coeficiente de Gini de 0.45 en 2018, según datos del Banco Mundial. El desempleo y el subempleo son problemas persistentes, así como la precariedad laboral y la informalidad.

La globalización neoliberal también ha tenido consecuencias ambientales negativas, como la pérdida de biodiversidad, la contaminación, el cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales. Además, ha generado conflictos sociales y políticos por la defensa de los derechos humanos, laborales, indígenas y ambientales frente a los intereses de las grandes corporaciones transnacionales.

2.    México y Rusia: los gemelos oligárquicos

México y Rusia son dos países que comparten una característica común: el predominio de los oligarcas en sus economías y políticas. Los oligarcas son empresarios extremadamente ricos que han acumulado sus fortunas gracias a su cercanía con el poder y la privatización de activos públicos. Estos magnates tienen una gran influencia en las decisiones del Estado y se benefician de privilegios fiscales, laborales y de mercado que les dan una ventaja sobre el resto de los actores económicos.

Un ejemplo de oligarca mexicano es Carlos Slim, dueño del grupo Carso, que controla el sector de las telecomunicaciones, la construcción, la minería y el comercio, entre otros. Slim compró Telmex, la empresa pública de telefonía, a un precio muy bajo en 1990 y desde entonces ha mantenido un monopolio que le ha generado ganancias extraordinarias. Su fortuna se estima en unos 60 mil millones de dólares.

Otro ejemplo es Germán Larrea, dueño del grupo México, que posee la mayor parte de las minas del país, así como empresas ferroviarias, energéticas e infraestructurales. Larrea adquirió la mina de Cananea, la más grande de América Latina, a un precio irrisorio en 1989 y desde entonces ha explotado los recursos naturales sin respetar el medio ambiente ni los derechos laborales. Su fortuna se estima en unos 25 mil millones de dólares.

Un tercer ejemplo es Ricardo Salinas Pliego, dueño del grupo Salinas, que abarca los sectores de las telecomunicaciones, la banca, el comercio y los medios de comunicación. Salinas Pliego se benefició de la privatización de la banca en 1991 y del rescate financiero de 1995, que le permitió quedarse con el banco Azteca y expandir su negocio a otros países. Su fortuna se estima en unos 13 mil millones de dólares.

Por su parte, Rusia también tiene una élite de oligarcas que han amasado sus riquezas gracias a su relación con el gobierno de Vladimir Putin. Estos empresarios han aprovechado la transición del comunismo al capitalismo para quedarse con grandes porciones de la industria rusa, especialmente en los sectores energético, metalúrgico y financiero.

Un ejemplo de oligarca ruso es Roman Abramovich, dueño del equipo de fútbol Chelsea FC y accionista mayoritario de la compañía petrolera Sibneft. Abramovich compró Sibneft en 1995 por unos 100 millones de dólares y la vendió en 2005 por unos 13 mil millones de dólares. Su fortuna se estima en unos 18 mil millones de dólares.

Otro ejemplo es Alisher Usmanov, líder de un conglomerado que incluye la segunda red móvil más grande de Rusia, MegaFon, así como empresas mineras, metalúrgicas y mediáticas. Usmanov se hizo rico al comprar acciones de Gazprom, la gigantesca empresa estatal de gas natural, a precios muy bajos en los años 90. Su fortuna se estima en unos 16 mil millones de dólares.

Un tercer ejemplo es Igor Sechin, quien dirige la gigantesca petrolera estatal Rosneft y es considerado uno de los hombres más cercanos a Putin. Sechin ha sido clave en la expansión internacional de Rosneft y en la adquisición de activos petroleros estratégicos en Rusia y otros países. Su fortuna se estima en unos 2 mil millones de dólares.

Podemos ver un enorme parecido de el origen de los ricos mexicanos y los ricos rusos, por ejemplo:

La existencia de oligarcas en Rusia se remonta a la época de la transición del comunismo al capitalismo, cuando un grupo de empresarios e inversores se aprovechó de la privatización de las empresas estatales y de la debilidad del Estado para acumular enormes fortunas y poder político. Estos oligarcas controlaban sectores clave de la economía rusa, como el petróleo, el gas, los metales y los medios de comunicación, y tenían una gran influencia sobre el gobierno y la sociedad.

Mientras que en México los factores que detonaron esta desigualdad fueron:

 La corrupción y el clientelismo político, que han facilitado el control de los recursos públicos y las instituciones por parte de grupos de interés privados, que han influido en las decisiones gubernamentales y legislativas en beneficio propio, la apertura comercial y financiera, que ha favorecido la entrada de capitales extranjeros y la expansión de las empresas transnacionales, que han desplazado a la industria nacional y han generado dependencia económica y tecnológica.

La falta de una política industrial y de innovación, que impulse el desarrollo de sectores estratégicos, competitivos y generadores de empleo y valor agregado, así como el fortalecimiento del mercado interno y la protección de los derechos laborales y ambientales, la debilidad del Estado de derecho y la democracia, que ha propiciado la impunidad, la violencia, la inseguridad y la violación de los derechos humanos, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la población.

3.    El neoliberalismo y los males sociales.

- El desempleo y la desigualdad social: Al reducir el gasto público y las regulaciones laborales, el neoliberalismo ha precarizado el empleo y ha aumentado la brecha entre ricos y pobres. Según datos del INEGI, la tasa de desocupación en México fue del 4.4% en agosto de 2023, mientras que el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, fue de 0.48 en 2020, siendo uno de los más altos de América Latina.

- Los gastos sociales: Al priorizar el pago de la deuda externa y el equilibrio fiscal, el neoliberalismo ha recortado el presupuesto destinado a la educación, la salud, la vivienda y la seguridad social. Esto ha afectado la calidad de vida de la población y ha limitado sus oportunidades de desarrollo. Según datos del CONEVAL, el gasto social per cápita en México fue de 15,509 pesos en 2020, lo que representa el 13.6% del PIB, muy por debajo del promedio de la OCDE, que es del 20.1%.

- La pobreza y la deuda familiar: Al exponer a la economía nacional a las fluctuaciones del mercado internacional y a las crisis financieras, el neoliberalismo ha provocado una pérdida del poder adquisitivo y un aumento de la inflación. Esto ha obligado a muchas familias a endeudarse para cubrir sus necesidades básicas o a caer en la pobreza. Según datos del CONEVAL, el 41.9% de la población mexicana vivía en situación de pobreza en 2020, lo que equivale a 52.4 millones de personas, mientras que el 9.8% vivía en pobreza extrema, lo que equivale a 12.3 millones de personas.

- El crédito empresarial: Al favorecer a las grandes corporaciones transnacionales y a los sectores exportadores, el neoliberalismo ha debilitado al sector productivo nacional y ha dificultado el acceso al crédito para las pequeñas y medianas empresas. Esto ha frenado el crecimiento económico y la generación de empleo. Según datos del Banco Mundial, el crédito al sector privado en México fue del 34.8% del PIB en 2020, muy por debajo del promedio de América Latina, que fue del 47.6%.

4.    Teorías económicas que explican el aumento del desempleo a partir de la era neoliberal en México

El desempleo es uno de los problemas sociales más graves que enfrenta México desde hace décadas. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de desocupación en el país fue de 4.4% en agosto de 2021, lo que significa que más de 2.3 millones de personas no tienen un trabajo formal. Esta cifra, sin embargo, no refleja la realidad completa, pues hay millones de personas que se encuentran en la informalidad, subempleo o precariedad laboral, con bajos ingresos y sin acceso a derechos sociales como la salud, la educación o la seguridad social.

¿Qué factores explican el aumento del desempleo en México? ¿Qué relación tiene este fenómeno con el modelo económico neoliberal que se ha implementado desde finales de los años ochenta?

La primera teoría que podemos mencionar es la del desajuste estructural, que sostiene que el desempleo se debe a la falta de correspondencia entre la oferta y la demanda de trabajo, causada por los cambios tecnológicos, demográficos y educativos que han ocurrido en las últimas décadas. Según esta perspectiva, el avance de la automatización, la digitalización y la globalización ha generado una mayor demanda de trabajadores calificados, mientras que ha reducido la necesidad de mano de obra no calificada o con baja escolaridad. Así, el desempleo sería el resultado de un rezago educativo y una obsolescencia de las habilidades de los trabajadores, que no se adaptan a las exigencias del mercado laboral actual.

La segunda teoría es la del ciclo económico, que afirma que el desempleo está determinado por las fluctuaciones de la actividad económica, que dependen a su vez de factores externos e internos. Según esta visión, el desempleo aumenta cuando hay una caída del producto interno bruto (PIB), que refleja una menor producción y consumo de bienes y servicios. Esta situación puede deberse a choques externos, como crisis financieras internacionales, variaciones en los precios del petróleo o del comercio mundial; o a choques internos, como políticas fiscales o monetarias restrictivas, conflictos sociales o desastres naturales. Así, el desempleo sería un fenómeno coyuntural y temporal, que se resolvería con una recuperación del crecimiento económico.

La tercera teoría es la de la rigidez institucional, que argumenta que el desempleo se origina por las barreras legales y normativas que impiden el libre funcionamiento del mercado laboral. Según esta óptica, el desempleo se debe a la existencia de salarios mínimos, prestaciones sociales, sindicatos, contratos colectivos y otras regulaciones laborales que encarecen el costo del trabajo y dificultan la contratación y el despido de los trabajadores. Así, el desempleo sería el efecto de una intervención excesiva del Estado y de los agentes sociales en el mercado laboral, que limita la flexibilidad y la competitividad de las empresas.

Estas tres teorías tienen diferentes implicaciones para las políticas públicas orientadas a combatir el desempleo. La teoría del desajuste estructural propone mejorar la calidad y la cobertura del sistema educativo, así como impulsar programas de capacitación y reciclaje profesional para los trabajadores. La teoría del ciclo económico sugiere estimular la demanda agregada mediante políticas fiscales o monetarias expansivas, así como fortalecer los mecanismos de protección social para los desempleados. La teoría de la rigidez institucional recomienda reducir o eliminar las regulaciones laborales que obstaculizan el mercado laboral, así como fomentar la creación y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.

Sin embargo, ninguna de estas teorías explica por sí sola el aumento del desempleo en México. Es necesario considerar también el papel que ha jugado el modelo económico neoliberal, que se ha basado en la apertura comercial, la privatización, la desregulación y la liberalización financiera. Estas medidas han tenido efectos contradictorios sobre el empleo: por un lado, han favorecido la integración de México a la economía mundial, aumentando las exportaciones, las inversiones y la competitividad de algunos sectores; pero, por otro lado, han provocado una mayor dependencia, vulnerabilidad y desigualdad, afectando negativamente a otros sectores, especialmente a los más tradicionales y populares.

4.    Los logros sexenales neoliberales.

Como en todo, las políticas públicas han tenido errores, pero también aciertos, y es así como aquí le presento algunos éxitos de el ya muy mencionado neoliberalismo.

El primer sexenio neoliberal fue el de Miguel de la Madrid (1982-1988), quien inició el proceso de ajuste estructural, privatización de empresas públicas, reducción del gasto social y firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN). Estas medidas tuvieron como acierto el controlar la inflación, que había llegado a niveles históricos, y el atraer inversiones extranjeras. Sin embargo, también tuvieron como consecuencia el aumento de la pobreza, la desigualdad, el desempleo y la deuda externa.

El segundo sexenio neoliberal fue el de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), quien profundizó las reformas iniciadas por su antecesor, especialmente en el ámbito comercial y financiero. El acierto más destacado de este periodo fue el ingreso de México al TLCAN, que le permitió acceder a un mercado amplio y dinámico. No obstante, este beneficio se vio opacado por la corrupción, el autoritarismo, el fraude electoral y la crisis económica de 1994, conocida como el "error de diciembre".

El tercer sexenio neoliberal fue el de Ernesto Zedillo (1994-2000), quien tuvo que enfrentar las secuelas de la crisis anterior, así como los conflictos sociales derivados del levantamiento zapatista y el asesinato de varios líderes políticos. El acierto más relevante de este gobierno fue el rescate financiero del país, con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos internacionales. Asimismo, se impulsaron reformas políticas que favorecieron la transición democrática y la alternancia en el poder. No obstante, los problemas estructurales del modelo neoliberal persistieron, como la pobreza, la desigualdad, la inseguridad y la dependencia externa.

El cuarto sexenio neoliberal fue el de Vicente Fox (2000-2006), quien representó el primer cambio de partido en la presidencia desde 1929. Su principal acierto fue consolidar la democracia y el pluralismo político en México, así como mantener la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, su gobierno se caracterizó por la falta de liderazgo, la parálisis legislativa, el incumplimiento de sus promesas electorales y el aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico.

El quinto sexenio neoliberal fue el de Felipe Calderón (2006-2012), quien asumió el poder en medio de una fuerte controversia por los resultados electorales. Su acierto más significativo fue impulsar una ambiciosa agenda de reformas estructurales en materia energética, laboral, educativa y fiscal. No obstante, su estrategia de seguridad pública basada en el combate frontal al crimen organizado generó una escalada de violencia y violaciones a los derechos humanos, que dejó un saldo de más de 100 mil muertos y desaparecidos.

El sexto y último sexenio neoliberal fue el de Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien llegó al poder con una imagen renovada y un pacto con las principales fuerzas políticas para impulsar las reformas pendientes. Su mayor acierto fue lograr la aprobación de dichas reformas, especialmente la energética, que abrió el sector a la inversión privada nacional e internacional. Sin embargo, su gobierno también estuvo marcado por los escándalos de corrupción, impunidad, espionaje y represión, así como por el deterioro económico y social del país.

5.    Pero ¿la actual administración ha dejado atrás aquella política pública?

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido objeto de múltiples debates y controversias, tanto en el ámbito nacional como internacional. Uno de los aspectos más discutidos es el grado de continuidad o ruptura que su gobierno representa respecto al modelo neoliberal que ha prevalecido en México desde finales del siglo XX.

El sexenio de AMLO ha mantenido algunos rasgos neoliberales, pero también ha introducido algunos cambios significativos. Entre los rasgos neoliberales que se han conservado, se pueden mencionar los siguientes:

- El respeto a la autonomía del Banco de México y a la disciplina fiscal, evitando el endeudamiento público excesivo y el déficit presupuestario.

- La apertura comercial y la integración al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

- La continuidad de las reformas estructurales impulsadas por el gobierno anterior, especialmente la reforma energética, que permitió la participación privada en la exploración y explotación de hidrocarburos.

- La preservación de las instituciones reguladoras y supervisoras del mercado, como la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Entre los cambios que se han introducido, se pueden destacar los siguientes:

- El fortalecimiento del papel del Estado como promotor del desarrollo social, mediante programas sociales universales como las pensiones para adultos mayores, las becas para estudiantes, las ayudas para personas con discapacidad y los apoyos para productores agrícolas.

- La reorientación de la inversión pública hacia proyectos estratégicos de infraestructura, como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

- La cancelación de proyectos privados considerados innecesarios o dañinos para el medio ambiente, como el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y las plantas termoeléctricas en Morelos y Baja California Sur.

- La revisión de los contratos con empresas privadas del sector energético, buscando renegociar las condiciones o rescindir los acuerdos que se consideran abusivos o fraudulentos.

Se puede decir que el sexenio de AMLO ha tenido una postura ambivalente frente al neoliberalismo, manteniendo algunos elementos, pero modificando otros. Esto se debe a que su gobierno ha buscado conciliar las demandas sociales con las restricciones económicas, así como las presiones internas con las externas. Sin embargo, esta ambivalencia también ha generado críticas y resistencias por parte de diversos actores políticos, económicos y sociales, que cuestionan la viabilidad y la coherencia de su proyecto.

6.    La deuda generacional.

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) fue un programa creado en 1990 por el gobierno mexicano para rescatar a los bancos que se encontraban en crisis financiera. El Fobaproa consistía en que el gobierno asumía las deudas de los bancos y las convertía en deuda pública, es decir, que los contribuyentes tendrían que pagarlas con sus impuestos.

El origen del Fobaproa se remonta a la década de los ochenta, cuando se produjo una fuerte devaluación del peso mexicano y una crisis económica que afectó al sector bancario. Muchos bancos se quedaron sin liquidez y sin capacidad de otorgar créditos. Para evitar la quiebra de los bancos, el gobierno les concedió una serie de facilidades regulatorias y fiscales, así como recursos del Banco de México. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para sanear el sistema financiero, y muchos bancos siguieron acumulando pérdidas y cartera vencida.

En 1994, la situación se agravó con el llamado "error de diciembre", cuando el gobierno de Carlos Salinas de Gortari decidió liberar el tipo de cambio del peso frente al dólar, lo que provocó una nueva devaluación y una fuga masiva de capitales. El gobierno entrante de Ernesto Zedillo tuvo que enfrentar una grave crisis financiera y social, y optó por activar el Fobaproa como mecanismo de rescate bancario.

Las consecuencias del Fobaproa fueron muy polémicas y cuestionadas por diversos sectores de la sociedad. Por un lado, se argumentó que el Fobaproa evitó el colapso del sistema financiero y permitió restablecer la confianza y la estabilidad económica. Por otro lado, se criticó que el Fobaproa benefició a los banqueros y a los grandes empresarios que habían incurrido en malas prácticas y corrupción, y que trasladó el costo del rescate a los ciudadanos. Además, se denunció que el Fobaproa se realizó sin transparencia ni rendición de cuentas, y que generó un enorme endeudamiento público que aún se sigue pagando.

El Fobaproa se sigue mencionando porque es uno de los temas más controvertidos y polémicos de la historia reciente de México. El Fobaproa ha sido objeto de diversas investigaciones legislativas, judiciales y periodísticas, que han revelado casos de fraude, desvío de recursos, favoritismo y complicidad entre las autoridades financieras, los banqueros y los políticos. El Fobaproa también ha sido utilizado como bandera política por algunos partidos y movimientos sociales, que lo han considerado como un símbolo de la corrupción y la impunidad del sistema neoliberal.

¿Por qué el Fobaproa fue un fraude?

El Fobaproa fue un fraude por varias razones:

- Primero, porque se hizo sin transparencia ni rendición de cuentas. El Fobaproa se manejó como un fondo discrecional del gobierno, sin supervisión del Congreso ni de la Auditoría Superior de la Federación. Además, se ocultó la información sobre los beneficiarios del rescate, los montos y las condiciones de los créditos.

- Segundo, porque se hizo sin equidad ni justicia. El Fobaproa benefició principalmente a los grandes empresarios y banqueros que habían provocado la crisis con sus malas prácticas y su corrupción. Estos recibieron miles de millones de pesos del erario público, sin tener que devolverlos ni enfrentar consecuencias legales. Mientras tanto, la mayoría de la población sufrió las consecuencias de la crisis: inflación, desempleo, pobreza y recortes en los servicios públicos.

- Tercero, porque se hizo sin eficiencia ni sustentabilidad. El Fobaproa no resolvió el problema estructural del sistema financiero mexicano, sino que lo agravó. Al asumir las pérdidas de los bancos, el gobierno incentivó el comportamiento irresponsable y especulativo de los mismos. Además, al aumentar la deuda pública, el gobierno comprometió el futuro del país, ya que tuvo que destinar una parte importante del presupuesto al pago de intereses.

¿Qué consecuencias tuvo el Fobaproa?

El Fobaproa tuvo consecuencias negativas para México en varios ámbitos:

- En el ámbito económico, el Fobaproa incrementó la deuda pública de México en más del 40% del PIB. Según datos del Banco Mundial, la deuda pública pasó de 20.6% del PIB en 1994 a 62.3% del PIB en 1998. Esto implicó un mayor gasto público en el servicio de la deuda y una menor inversión en áreas prioritarias como educación, salud o infraestructura.

- En el ámbito político, el Fobaproa generó un descontento social y una pérdida de confianza en las instituciones democráticas. El Fobaproa fue rechazado por amplios sectores de la sociedad civil, que lo consideraron un robo al pueblo mexicano. Además, el Fobaproa fue utilizado como arma política por los partidos de oposición, que denunciaron la complicidad y la impunidad del gobierno y los banqueros.

- En el ámbito social, el Fobaproa profundizó la desigualdad y la exclusión en México. El Fobaproa creó una brecha entre los que se beneficiaron del rescate y los que lo pagaron. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la pobreza aumentó de 52.4% de la población en 1994 a 69.4% de la población en 1996. Asimismo, el Fobaproa contribuyó a la concentración de la riqueza y el poder en unas cuantas manos.

¿Qué lecciones podemos aprender del Fobaproa?

El Fobaproa fue un episodio vergonzoso y lamentable en la historia de México, que nos dejó una deuda impagable y una herida social. Sin embargo, también podemos aprender algunas lecciones para evitar que se repita:

- Necesitamos una mayor transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos. El Fobaproa nos enseñó que el gobierno no puede actuar sin el escrutinio y la participación de la ciudadanía y de los órganos fiscalizadores.

- Necesitamos una mayor equidad y justicia en la distribución de los costos y los beneficios de las políticas públicas. El Fobaproa nos enseñó que el gobierno no puede favorecer a unos pocos a costa de la mayoría, sino que debe garantizar el bienestar común y el respeto a los derechos humanos.

- Necesitamos una mayor eficiencia y sustentabilidad en el diseño e implementación de las soluciones a los problemas nacionales. El Fobaproa nos enseñó que el gobierno no puede resolver los problemas con medidas cortoplacistas y asistencialistas, sino que debe buscar soluciones estructurales y preventivas.

El Fobaproa fue un fraude que dañó a México en todos los sentidos. Fue un programa opaco, injusto e ineficaz, que benefició a los responsables de la crisis y perjudicó a los más vulnerables. El Fobaproa nos dejó una enorme deuda, un profundo descontento y una grave desigualdad.

Sin embargo, el Fobaproa también nos dejó una oportunidad para aprender de nuestros errores y mejorar nuestro país. Para ello, debemos exigir transparencia, equidad, eficiencia y sustentabilidad en el manejo de los recursos públicos. Así podremos construir un México más justo, más democrático y más próspero.

7.    El triángulo de las bermudas mexicano: el Fobaproa, José Ángel Gurria y Xóchitl Gálvez.

José Ángel Gurria es el autor de este monstruo llamado deuda: esta deuda que hemos pagado toda la vida y que van a seguir pagando nuestros nietos, pero, ¿Por qué tantos años después se sigue hablando del Fobaproa? Durante la era neoliberal surgieron todas las formas de saqueo a la población y una de ellas es el endeudamiento a largo plazo, en esta época hubo fraudes verdaderamente escandalosos, fraudes multimillonarios: El caso “enron” en Estados Unidos (la empresa energética estadounidense que se declaró en bancarrota en 2001 pero que luego admitió que había inflado sus utilidades y pidió protección por bancarrota para luego descubrirse que millones de dólares en deuda habían sido escondidos en una compleja red de transacciones), el “corralito” en Argentina (la crisis del 2001 definida como “la restricción de la libre disposición del dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros”) y el caso más escandaloso en México: el Fobaproa (la cual básicamente hizo que la deuda privada de la banca pasara a ser pública el fondo surgió para enfrentar posibles crisis financieras) el problema fue que grandes empresarios metieron todos sus pasivos y todos sus problemas financieros al Fobaproa y lo terminamos pagando nosotros; no es un problema del pasado, es un problema del presente y del futuro.

Esta decisión ha generado polémica y críticas por parte de diversos sectores, que ven en Gurría un representante de los intereses neoliberales y de las políticas económicas que desembocaron en el rescate bancario conocido como Fobaproa.

¿Qué riesgos implica que Gurría diseñe el plan nacional de desarrollo? En primer lugar, se corre el riesgo de que se prioricen los intereses de las grandes corporaciones y los organismos financieros internacionales, en detrimento de los derechos sociales y ambientales de la población. En segundo lugar, se corre el riesgo de que se apliquen medidas de austeridad, privatización y desregulación, que debiliten el papel del Estado como garante del bienestar colectivo y la soberanía nacional. En tercer lugar, se corre el riesgo de que se reproduzcan las condiciones que propiciaron el endeudamiento público y la crisis financiera de finales de los noventa, que obligaron al gobierno a asumir las pérdidas de los bancos mediante el Fobaproa.

¿Hay riesgo de que vuelva algo similar al Fobaproa? Sí, hay riesgo de que se repita una situación similar, si no se cambia el modelo económico que favorece la concentración de la riqueza y el poder en unas pocas manos, y si no se fortalece la regulación y la supervisión del sistema financiero. El Fobaproa fue un mecanismo que permitió el rescate de los bancos con recursos públicos, sin exigir responsabilidades ni sanciones a los responsables de la quiebra. Fue una operación opaca, ilegal e inmoral, que significó una transferencia masiva de recursos de los contribuyentes a los banqueros. El costo del Fobaproa se estima en más del 40% del PIB, y sigue siendo una carga para las finanzas públicas hasta la fecha.

Por estas razones, es necesario cuestionar y rechazar el plan nacional de desarrollo que propone Xóchitl Gálvez con el apoyo de José Ángel Gurría. Se trata de un plan que no representa los intereses ni las necesidades de la mayoría de los mexicanos, sino que responde a una agenda neoliberal que ha demostrado su fracaso y su nocividad para el país.

CONCLUSIONES

Una posible solución a los errores del neoliberalismo es el fortalecimiento del Estado de bienestar, que consiste en un conjunto de políticas públicas que garantizan derechos básicos como la educación, la salud, la seguridad social, la vivienda o la cultura. El Estado de bienestar busca reducir las brechas sociales, proteger a los más vulnerables, promover la cohesión social y mejorar la calidad de vida de las personas.

El Estado de bienestar no es incompatible con el mercado, sino que lo regula y lo complementa para evitar sus excesos y sus fallos. El Estado de bienestar se financia con los impuestos que pagan los ciudadanos y las empresas, por lo que requiere una distribución equitativa de la riqueza y una fiscalidad progresiva. El Estado de bienestar también implica una participación democrática y una rendición de cuentas de los gobernantes.

El neoliberalismo ha demostrado ser un modelo insostenible e injusto, que beneficia a unos pocos a costa de la mayoría. Frente a él, el Estado de bienestar ofrece una alternativa más humana y racional, que respeta los derechos humanos, el medio ambiente y la soberanía popular. El Estado de bienestar es una conquista social que debemos defender y ampliar para construir una sociedad más digna y feliz.

La mejor solución para resolver los desastres neoliberales según expertos es:

- Revisar y renegociar los tratados comerciales que afectan negativamente a México, buscando condiciones más justas y equitativas que protejan los intereses nacionales y respeten los derechos humanos y ambientales.

- Recuperar el control público de los sectores estratégicos que fueron privatizados o concesionados, buscando una gestión eficiente, transparente y participativa que garantice el acceso universal y el beneficio social.

- Revertir las reformas estructurales que debilitaron al Estado y a los trabajadores, buscando fortalecer el marco legal e institucional que regule el mercado y garantice los derechos laborales y sociales.

- Impulsar una política fiscal progresiva que aumente los ingresos públicos mediante una mayor recaudación tributaria a los sectores más ricos y una mayor eficiencia en el gasto público.

- Destinar más recursos públicos a las políticas sociales que mejoren la educación, la salud, la vivienda, la seguridad social y la cultura de la población, buscando reducir las desigualdades y promover el desarrollo humano.

- Fomentar una economía social y solidaria que impulse el cooperativismo, el autoempleo, el comercio justo y otras formas alternativas de producción y consumo que generen bienestar colectivo y respeten el medio ambiente.

Algunos expertos que han propuesto estas soluciones son:

- Julio Boltvinik: Economista e investigador mexicano especializado en temas de pobreza, desigualdad y desarrollo social.

- Rolando Cordera: Economista e investigador mexicano especializado en temas de política económica, desarrollo regional y política social.

- Carlos Fazio: Periodista e investigador mexicano especializado en temas de geopolítica, seguridad nacional e integración regional.

- Alicia Bárcena: Economista mexicana especializada en temas de desarrollo sostenible, cooperación internacional e integración regional. Actualmente es secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

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